Hola Buenas!!
¿¿Cómo estamos??
¿¿Cómo va esa vida??
Pues yo como siempre:
Peleando con el mundo como la mayoría y mientras saco ratillos para escribir, matar el genio y entretenernos todos un poco.
El post de hoy es la continuación de la saga “Historias de la Transpirenaica”. Algo que pretende por una parte mis experiencias ocurridas durante varios pequeños viajes por aquellos lares, pero al mismo tiempo dar una pequeña orientación o visión del mismo para quienes nunca hayan ido y les apetezca.
Esta es la ya quinta entrega. Al final una de dos:
O me da casi para un libro, o el guion de un culebrón turco, que están ahora tan de moda…
Os dejo por aquí las otras cuatro, para que no andéis tan perdid@s:
Historias de la Transpirenaica: Intro
Historias de la Trasnpirenaica: Pirineo Catalán.
Historias de la Transpirenaica: Andorra.
Y a la esta le vamos a llamar…
Historias de la Transpirenaica: El Pirineo Aragonés
Original, eh?? Jeje
Os recuerdo que:
-Para hacer los post habíamos dividido los Pirineos en 3 zonas para que en vez de un post no fuese una biblia, y que comenzábamos la ruta de Este a Oeste porque yo lo valgo. Me vino a la mente así.
- Nos habíamos quedado a la altura del Col du Portillón, que es donde comienza hoy el post.
Coll de L´Espina y Coll de Fadas
Son dos puertos sencillos, bastante divertidos, de carreteras estrechas, gastadas, muy cercanas entre sí pero muy diferentes en cuanto a paisaje:
Mientras el primero se encuentra en un entorno agrícola y ganadero en el que predominan los tonos marrones o amarillos una vez entrado el verano, el segundo se encuentra en medio de un gran y frondoso bosque. Ninguno de los dos tiene desperdicio, la verdad.
A pocos kilómetros del segundo llegaréis a la preciosa localidad de Castejón de Sos, que resulta un buen lugar de parada entre puertos, desfiladero, etc. Desde allí podéis escaparos hacia la zona de Benasque/ Cerler, con un par de puertos y unas vistas que pintan bien chulas (aunque tampoco he podido disfrutar)
Collado de Foradada
Al salir de Castejón de Sos llegamos a Congosto de Ventamillo. Un desfiladero entre montañas de esos que te hacen sentir pequeñito ante las maravillas de la naturaleza.
La carretera (en obras de acondicionamiento) se estrecha paralela al Río Ésera, intimidada por las paredes de roca y vegetación. Realmente es un lugar precioso para rodar en moto.
Al salir de esto la carretera se abre volviéndose bastante rápida y recta camino de Aínsa. Entre medias el Collado de Foradada, al que el mapa llama Puerto pero… va a ser que no.
Aínsa
Aínsa es una villa medieval, que en su día fue la capital del antiguo Condado de Sobrarbe y que dicen es uno de los pueblos más bonitos de Aragón.
Desde sus murallas puedes ver la confluencia de los ríos Ara y Cinca, justo por delante de la imponente Peña Montesa.
Es un gustazo pasear por sus calles empedradas. Sobre todo en silencio como cuando yo fui. Justo antes de que llegase la habitual invasión de turistas.
Su historia no parece demasiado fastuosa pese a estar situada en un enclave tan estratégico:
Puesto de mando estratégico durante la pugna contra los árabes, al principio estaba formada por un pequeño castillo y un recinto amurallado que no estaban unidos.
El paso del tiempo, los pequeños conflictos o momentos de esplendor vividos por su situación privilegiada y las decisiones de los diferentes reyes han ido modelando esta preciosa villa. El último episodio fueron los saqueos durante la guerra civil del patrimonio eclesiástico.
Leyenda de la Cruz de Sobrarbe (año 724): Los cristianos que han huido del dominio musulmán se reúnen en Aínsa y acometen la reconquista. Las tropas cristianas, dirigidas por Garci-Ximeno consiguen ganar la batalla gracias a la aparición, sobre una carrasca, de una cruz luminosa, que les dio coraje para recuperar la ciudad. La victoria es conmemorada todavía en nuestros días con la fiesta bianual de “La Morisma”. La cruz sobre la carrasca es el símbolo del Sobrarbe y aparece en uno de los cuarteles del escudo de Aragón.
Desde luego es una villa preciosa con unas vistas increíbles, que merece la pena ser visitada.
El Cañón de Añisclo
Por aquí os dejo un post que le he dedicado para él solito. Como todos los de la ruta, es un lugar que merece mucho la pena visitar.
Broto
En la entrada del Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido, Broto es uno de esos preciosos pueblos de montaña que viven principalmente del turismo, que se llenan en verano y festivos para pasarlo regulero el resto del tiempo. Allí verás a mucha gente de paso, mucho senderista, motero… etc.
Como soy de esos raritos a los que les gustan los pueblos pequeños y aldeas contra más perdidas mejor, en lugares como este me encuentro en mi ambiente. Por ello me propuse hacer noche en uno de sus hostales no muy baratos en temporada alta, pero sí confortable y fantásticamente bien atendido. Realmente maja la dueña.
El pueblo lo atraviesa el río Ara, y como puntos más significativos para visitar tenemos la Cascada de Sorrosal
(enlace), la antigua Carcel o la Iglesia de San Pedro.
“Juventud. Divino Tesoro…”
Una de los atractivos que a priori tenía escoger un pueblo de montaña para hacer parada, era porque se suponía que sería un lugar con el ambiente suficiente para tomarme unas cañas y picar algo, pero con la tranquilidad necesaria para descansar tras el palizón que supone hacerse Coruña- Broto del tirón.
Lo primero se cumplió a las mil maravillas:
Pasé un rato bien agradable cenando algo en uno de los locales de por allí, para luego disfrutar de unas cervezas al fresco.
Lo de descansar ya… se complicó un poco:
Los bares cerraron temprano por las restricciones Covid, pero la juventud del pueblo no estaba por la labor de retirarse tan pronto.
Con lo que, a falta de un pub para beber y bailar, les dio por cantar en medio del pueblo, y supongo que también beber. De hecho l@s cabron@s se sabían tantas canciones que aquello parecía una “batalla” de orquestas. Una mega verbena sin descanso.
Cantar no cantaban mal, pero me mantuvieron desvelado hasta que a eso de las 4 de la mañana que tuvieron a bien retirarse a sus P…. casas o lo que fuere.
Con todo esto que vivimos se entiende de sobra. Todos hemos sido jóvenes con ganas de fiesta (yo aún la tengo a veces). Pero cuando te toca sufrir a la "Juventud, Divino tesoro" te pones de una mala hostia… jeje.
Puerto del Cotefablo
Sin duda es uno de mis puertos favoritos de los Pirineos:
Buena carretera, un trazado bastante divertido, y un paisaje de montaña de los que hacen que te evadas totalmente de tus historias.
Como en otros tantos puntos, aquí la N-260 no es especialmente ancha, pero el asfalto es bastante bueno salvo en algunas zonas con ondulaciones, desprendimientos, etc.
Justo en la cumbre la carretera se hace de un solo carril, al pasar por un túnel regulado por semáforos.
Llegando a Broto se encuentra la parte más enrevesada con una serie de horquillas con cierta inclinación.
Si lo haces en sentido Biescas- Broto, en este punto las vistas son espectaculares.
La Frontera del Portalet / Col du Portalet
Aunque como puerto en sí puede resultar uno más, el paisaje de esta parte del pirineo es de los que más me gustan:
Mucha montaña cerrada y pedregosa, carreteras gastadas, ganado suelto…
Paisajes agrestes, duros, fríos. Naturaleza en estado puro con mucha roca y poco ladrillo.
Aquí llegamos en 2014 la Señora Xt y yo con la intención de visitar Sallent de Gallego. Uno de esos pueblos de montaña que en verano tiene su encanto, pero que se vuelven de postal con las primeras nieves.
Jaca
Dicen que su historia
comienza con una tribu pre románica (los jacetanos o iacetanos)
que la fundaron hace un porrón de años. Desde aquello por allí han pasado íberos,
celtas, vascones, romanos, visigodos, francos, árabes, judíos y cristianos.
Capital del Condado de Aragón, lugar con importante poderío económico durante la historia al ser una villa transfronteriza bien aprovechada por sus gobernantes. Salió bien parada de la Guerra de Sucesión. En la de la Independencia la ocupan las tropas napoleónicas durante apenas cinco años.
A principios del siglo XX, jaca experimenta un despertar urbanístico y demográfico, con el derribo de la muralla medieval y la construcción de bonitos edificios más modernos.
Esa mezcla entre clásico y moderno es algo que llama profundamente la atención cuando nos damos un paseo por la villa.
En 1592 ordenó la construcción de una fortaleza en los campos que habían configurado el Burgo Nuevo, el barrio levantado extramuros de la ciudad,. Se pretendía dar un golpe de autoridad levantando una fortaleza pentagonal diseñada por un prestigioso ingeniero italiano, que diera respuesta a un ejército provisto de artillería.
Aquí he parado ya varias veces dada su amplia oferta hotelera y que es un sitio grande en el cual tienes de todo. Algo parecido a Sabiñánigo, pero un poco más amplio.
Tiene bastantes cosillas para visitar, para comer, etc.
Aunque me faltaría por ver el Fuerte de Rapitán, sí me he recorrido la parte de la Ciudadela mandada construir por Felipe II en 1952 dentro de su plan de defensa contra las invasiones francesas por las guerras de religión y las revueltas internas. Con forma pentagonal, es absolutamente impresionante.
Estación de Canfranc
Este es un lugar de los míticos de esta ruta y visita prácticamente obligada:
Para no liarme demasiado con la historia, etc. Aquí os dejo un enlace de una página de interés para que podáis indagar un poco sobre ella.
Desde el punto de vista del viajero es un lugar visualmente impresionante que te transporta a otra época. Si a nosotros nos llama la atención por su estética moderna y antigua a la vez, imaginaos cuando se contruyó. Aquello tenía que ser lo más de lo más.
En la actualidad se encuentra en pleno proceso de restauración para convertirla en un hotel de lujo en medio de los Pirineos, en un lugar clave ya que a tan solo unos kilómetros de carretera rápida y divertida llegaremos a la frontera francesa. Justo antes, la estación de esquí de Candanchú.
Otros Puntos de Interés
Así que me llamen la atención, por esta zona me quedarían por ver los pueblos de Aisa, Hecho y Ansó. Pueblos de esos pequeños y con encanto que tanto me gustan, y el Alto del Puerto de Matamachos (enlace) que hace frontera con Navarra.
Ya solo por el nombre, ya… Mola. Pero cuando ves ese trazado de carretera estrecha y retorcida, hace que te duela el no haber pasado por allí.
Monasterio de San Juan de la Peña y Castillo de Loarre.
A estos dos les he dedicado un post porque lo merecen. Son preciosos y ambos tienen muchísima historia. Especialmente el Castillo me fascinó por sus vistas y el haber hecho una visita guiada, que suelen valer mucho la pena.
Por hoy lo dejamos aquí.
Me quedan 2 o tres posta más pero mucho más moteros: Puertos, curvas, amigos... Mucha moto y paisajes, pero menos historia. Pero al final la moto y los viajes son más ricos con un poco de cultura.
¿¿No creéis??
¡¡Lo Imposible tarda Sólo un Poco Más!!