No soy de esas personas que preparan los
viajes al milímetro, ni muchísimo menos.
Más bien todo lo contrario:
Veo un lugar al que
me gustaría ir, cuatro cosas que se puedan ver en la zona, y a partir de ahí
diseño una ruta orientativa con carreteras que puedan tener encanto….
El resto lo suelo
dejar a la aventura.
Pues este
fin de semana pasado, Casi, ni eso.
Un fin de semana que sabía
tener libre desde hace tiempo, pasó del
“Ruta de dos días
Seguro… Segurísimo!” al… “
Bah!... No sé cómo estará el tiempo”
terminando con un… “No. Me
quedo por aquí… me hago una ruta de un día por la zona… Y fin de semana
tranquilito”
Y un
Mojón!!!
Porque el miércoles a las 21:00 suena el
“Beeeeep” del whatsapp, con un mensaje de Manu que ponía…
-“Que pasa Jose!!! A dónde vas a ir este finde??”
- “Pues no
se…” “Igual me quedo por aquí…” “Si quieres venir…”
A las 21:33 estaba mirando
para reservar en Cangas de Onís.
Sábado 05/05/2018 a las 11:00 AM estábamos
los dos en Lugo, en un día espectacular para rodar en moto. Delante de un café,
y del Google Maps viendo por donde podíamos tirar.
- “ Por
dónde vamos??”
- “Por
donde quieras”
-“Y si…”
-“Ve tu
delante”
Fin de la
negociación.
Veis lo
fácil es entenderse cuando se juntan dos personas a las que les encanta Ir en
Moto y No Complicarse la Vida…???
Porque la
vida es una Adaptación Constante:
Unas veces hay que saber disfrutar de los
buenos momentos…
Otras adaptarse y capear los reveses que
te van surgiendo con la mayor de las templanzas..
Y otras…
Es simplemente…. Medir la capacidad aventurera que un@ puede llegar a
tener. Saber rodearse de la gente adecuada, y dejarse llevar... Pero con
cautela...
Pequeño tramo de autovía con un poco de
tráfico, hasta llegar a una bulliciosa Piedrafita do Cebreiro con su feria, sus
peregrinos que van a Santiago de Compostela, y su bajada por la N-VI hacia Vega
de Valcarce. Donde nos cruzamos con más
peregrinos, y con algún motero con cierto exceso de celo en una subida
con tanta gente.
De ahí a la Isla de Man, un pasito… En Fin.
De ahí a la Isla de Man, un pasito… En Fin.
Otro breve
tramo de Autovía para esquivar 50´s que hay de camino a Ponferrada, y que nos
deja justo en dirección Villablino.
Calor…. Mucho
Calor.
13:·30 del
mediodía. Vamos de Negro. Equipación de invierno. El sol pega de pleno.
….Espectacular…..
Nos abrimos paso por el mal señalizado
Villablino, dirección Babia y a un precioso Puerto de Somiedo, que deja
embelesado a nuestro amigo Manuel. Que nunca lo había visitado, y que yo
solamente conozco de pasada.
Salvado por los pelos:
Con la
historia de llegar allí, mirar donde comer, que dejo que Manuel marque el
camino… y.. Mierda pa mi!!
Nada más
comenzar la bajada me despisto, y entro de pleno en la mancha de gravilla que
Manuel me terminaba de marcar, salvando muy justo una caída cantada.
Que aunque sea a
40, el asfalto está Muy duro!!!….
El resto de la bajada a Pola de Somiedo con
bastante cautela, intentando disfrutar del paisaje y sin sobresaltos.
Parada para
echar gasolina en la micro gasolinera del pueblo, y paramos a comer en el
Restaurante Carrión, en cuya puerta vimos aparcado un buen puñado de
motos. Y nos metimos para dentro con un
hambre de Lobos (yo por lo menos).
Tanto por
parte de la comunidad “moteril” a la que costaba un tanto saludar, como de una
atareada mesera. Que se afanaba en proveer a los comensales de los productos de
la tierra que figuraban en la carta.
Fabada y Cachopo…. Para2
Si con eso no aguantamos una tarde de moto, que venga Dios y lo vea.
Con lo goloso que soy yo, no me entraba el postre. Nada más que agregar.
Después de comer,
cafetín mientras espero que Manu volviese al puerto a sacar algunas fotos
más. Y pasar un rato de agobio buscando las llaves de la moto que me dejé
dentro de una maleta antes de comer, al tiempo que me cagaba en lo despistado
que puedo llegar a ser.
A pocos kilómetros de la salida del pueblo
dirección Aguasmestas, desvío a la derecha para tomar una estupenda carretera AS-265 que nos lleva
serpenteante primero por un valle junto al río Saliencia, y luego nos encarama
en el Alto de la Farrapona.
Tremenda
Pájara más gorda me entró después de comer.
Con la Fabada, el Cachopo, la modorra de
después de comer, el calor plomizo que hacía, y mi respeto a las alturas… y los
vídeos que había visto en internet de una subida que no era para tanto. Aunque
si tienes miedo a las alturas, alguna de las curvas que hay sin protección te harán
poca gracia.
Di tú, que
en las rampas más complicadas se unió la presencia de algún coche poco
respetuoso, que cortaba las curvas más cerradas y no me ayudaba nada.
El caso es
que se me juntó todo, y la subida se me hizo un mundo, como hacía mucho tiempo
que no me pasaba. Y de verdad que no es para tanto, porque la carretera salvo
en pequeños tramos, está perfecta y es Preciosa.
Un par de paradas para disfrutar de las
fabulosas vistas, un poco de paciencia por parte del compi, y…. Se termina la
carretera.
…. Si. Stop. Fin del Camino….
O mejor
dicho del asfalto. Porque, para quien no conozca la zona, una vez coronas el
alto, la carretera asfaltada se termina y comienza un sendero ancho y Dicen que
con buen firme; que nos llevaría a Torrestío en la Provincia de león.
Pero nos quedamos con las ganas porque
seguía habiendo un poco de nieve, y durante el invierno las máquinas
quitanieves paran donde se termina el asfalto.
Justo en el límite con la Provincia de Castilla y León….
Allí arriba el ambiente
era de lo más agradable, las vistas espectaculares, y el sol pegaba de lo
lindo.
Tuvimos la
suerte de poder charlar con algunos senderistas, y una pareja de moteros
jubilados en su flamante Kawasaki Versys 1000 blanca.
Muy amables ellos, eran de la zona. Por lo que nos dieron cumplida información de lo que podíamos visitar, al tiempo que yo les recomendé visitar algunas zonas de Galicia que no conocían.
Muy amables ellos, eran de la zona. Por lo que nos dieron cumplida información de lo que podíamos visitar, al tiempo que yo les recomendé visitar algunas zonas de Galicia que no conocían.
Tras despedirnos, comenzamos la bajada
con muchísimas mejores sensaciones que la subida… jeje:
Tranquilos y disfrutando del paisaje
deshicimos lo andado en camino del puerto, y retomamos la AS-227 donde Manuel marcó
un ritmo un poco más fluido valle abajo;
para ir tomando camino del turístico Cangas de Onís.
Siempre
bajo los caprichos del Señor Google que nos mandó de excursión por el centro de
Oviedo sin tener porqué.
Pero
disfrutando de un rodar calmado en buena compañía curva va, curva viene.
En Cangas
nos despedimos de ese día ya un poco cansados.
Cena. Sobremesa con unas cervecitas,
y a dormir.
Sábado
El sábado noche mi cabeza era un
hervidero de ideas, intentando ver cómo podíamos organizar el día siguiente, de
forma que viésemos lo máximo posible, y llegar a Ponferrada a las tres de la
tarde. Manuel había quedado allí con un
amigo suyo, que se acervaba para comer con nosotros, y volver ellos dos juntos
para casa:
Y
tiempo tuve, mientras terminaba de digerir la fabada del medio día que por allí
seguía, y la escueta cena que me había comido.
El caso era, lo que Siempre me pasa: Que estoy por Guadalajara…. Y me
queda Cuenca cerca…. Y una vez que estoy allí me queda el puerto este “al
lado”… y así me tiré un par de horas
haciendo cálculos, hasta que el cansancio y el sueño me vencieron.
A la mañana del domingo
decidimos levantarnos bastante temprano y parar a desayunar por el camino, sin
esperar que abriese el comedor del hotel (que no estaba incluido)
Mientras
montábamos los bártulos en las motos, le fui comentando mis
ideas de la noche a un Manuel que no le daban las cuentas.
Porque a pesar de ser un lanzado de primera,
sabe ser un poquito más sensato que yo en determinados momentos.
Sin entretenernos demasiado, después
de repostar gasolina, tomamos camino del Desfiladero de los Beyos por una
estrecha y retorcida N-625.
Mientras la gente se desperezaba y las
primeras luces del día terminaban de asomar, nosotros ya estábamos nosotros
montados en nuestras motos, curva va, curva viene; por una carretera
espectacular. Rodeados de las impetuosas
montañas, que de forma altiva “sacan pecho” mientras escoltan el deambular del
el río Sella.
Esa es la mejor forma que se me
ocurre describir un paisaje que tenía muchísimas ganas de estar por allí, y que
me ha dejado sin palabras:
Un estrecho
túnel verde entre altas montañas, en el que te sientes muy pequeño, pero que no
deseas que termine nunca.
Parada para desayunar un
suculento bocata de tortilla recién hecha y un café, al tiempo que
parrafeábamos como dos cotorras. Unas fotos, y seguimos camino del Puerto del
Pontón.
En
cada parada seguíamos con el tema de la ruta del día: - Que si nos da tiempo
a… -Que si quédate tu, que yo volveré en
unos días. – Que no, que me voy contigo. Que me da rabia.
Y así a lo tonto íbamos subiendo puerto
arriba, por una carretera cuyo asfalto no es precisamente la novena maravilla
del mundo, pero con buenas curvas y con un paisaje de los que te dejan con la
boca abierta.
De hecho tengo un amigo que
lleva años totalmente obcecado en ir por ahí cada vez que pasa por la zona,
hasta el punto de que he querido ir y ver con mis propios ojos que narices
tenía aquello para generar en él tal atracción.
Y
el caso es que todavía no tengo claro de si es para Tantísimo, porque en
Asturias y en los Picos de Europa hay Multitud de lugares sobrecogedores. Pero
tengo que reconocerte Miguelito, que después de esta experiencia, me han
quedado ganas de volver, y que no tiene nada que envidiar (Si no al revés) al desfiladero de la Hermida.
El Pontón era uno
de los lugares que más ganas tenía de ver y al final resulta ser el punto de
inflexión de esta ruta:
Unas
cuantas fotos con la alegría de haber podido llegar a otro de esos lugares
marcados en mi agenda, una breve charla, y Manuel toma camino de Ponferrada en
solitario “obligándome” a
seguir la ruta que había diseñado en mi cabeza por la noche.
Mientras me hago a la idea de
continuar el viaje solo, sigo sacando fotos, y al rato reanudo la marcha puerto abajo
Apenas unos kilómetros más tarde, desvío al a izquierda por la LE-2711
camino de Posada de Valdeón. Carretera secundaria, gastada y quemada por los
avatares del clima, que poco o nada
invita a alegrías por su estado y fuertes pendientes….
Pero a quién le importa eso,
cuando tienes delante un paisaje que te rompe los esquemas comparado con lo
visto tan solo unos kilómetros atrás. A mí… No.
Tenía mucha razón Manu cuando decía que no hubiésemos llegado para las tres de la tarde a Ponferrada.
Ni de coña:
La carretera es lenta, y más si te encuentras enlatados con poca práctica en ese tipo de vías. De esos que te meten un frenazo cuando no toca porque van con miedo.
Cuando esto ocurre y no puedes adelantar de forma segura, no queda más que jo..te, disfrutar del paisaje.
Aunque recomiendo visitar Posada de Valdeón,
reconozco que me ha dejado un tanto frío:
Pueblo de montaña con encanto, su belleza se ve ensombrecida al estar rodeada de unos parajes Tan Espectaculares.
Sin pararme demasiado, me han gustado más sus alrededores y su lago, que el pueblo en sí. Pero hay que ir hay que ir si pasas por la zona.
Porque una vez allí, con tiempo o sin él, es un pecado que el motard, motero, motociclista, ciclista, viajero, caminante… Como si vas en burro.
Pero no te pierdas Caín de Valdeón!! Ni la senda que allí te lleva paralela casi toda al río Cares.
Es un lugar
Precioso, Mágico,Imponente.
Y ahora poco… a… poco…. abro los ojos…. y despierto de este breve estado de hipnosis…., e Intento tomar un poco de ritmo para deshacer el camino, volver a Posada de Valdeón.
Y de ahí tomo la LE-2703 que pasando al lado de Santa Marina de Valdeón y su preciosa Iglesia, nos sube y baja un poco a botes por una montaña que ya no ofrece el mismo paisaje.Sigue siendo bonita… pero de otra forma: Ya que cada vez es más agreste, rocosa…. Y Fría.
En Portilla de la Reina toca tomar el desvío a la derecha, incorporándome a la N-621 que baja de mi querido Puerto de San Glorio con dirección Riaño, cuyo embalse, me recibe esplendoroso tras las lluvias y las nieves caídas el pasado invierno, muy lejos del paisaje yermo y seco que vi el junio pasado cuando iba camino de San Glorio.
Esta vez voy en sentido contrario, dudando si tomar camino directo a Ponferrada y llegar al café con Manuel y su amigo, ó por el contrario….
Lo veis????
Que no!!!! Que…
Que soy
incorregible!!!
Que no lo puedo evitar….
Que me monto en la
moto…. Y …. Me pueden las ganas de ver
cosas, y volver a lugares que tenía olvidados, que se juntan con los que me
quedan por ver.
Siempre es
igual. Siempre termino cayendo en la tentación de hacer más y más kilómetros,
como si temiese no poder volver.
Incremento
algo el ritmo, para tomar rumbo a…. a….
A que un
imán llamado Puerto de Pajares, irrumpa en mi mente y me atraiga hacia él con
su inexorable encanto. Obligándome a hacer 60km demás para no obligarme a
modificar la ruta de vuelta.
Dentro de lo “malo” la verdad es que tengo suerte. De vuelta de Pajares, a eso de las 4 de la tarde, me entra el hambre, y paro en una pequeña gasolinera con cafetería en el término de Villamanín.
No digo
más:
Bocata de
chorizo picante de la zona con queso y una coca cola por 4´80= Comida de reyes,
servido por una camarera de lo más agradable.
Y ya puestos, hay que gastar un poquito más, y meter un poco de
sobrecargo en la maleta, en forma de embutidos de la zona.
Justo allí al lado tomo desvío hacia Aralla:
Un puerto Bonito de Verdad.
Corto
pero estrecho. Retorcido pero bien asfaltado....
Que nos llevará contemplando las luces de la
tarde sobre el Embalse de los Barrios de Luna, y de ahí por Babia hacia
Villablino.
Es uno de
esos lugares que había descubierto en una vida pasada, escudriñando curvas en
el mapa para meterlas en alguna ruta de camino a no sé donde (Por cierto… Muy
parecida a esta) y con Dos Buenos Amigos.
Sin más historia os digo
que llegué a Verín a las 9 y pico de la noche, con casi 14 horas de viaje, y
cerca de 800kms en ese día. Que junto a los 500 y pico del día anterior dan….
Para un Fin de semana Mu Loco, que ha llenado mi retina de lugares preciosos que Jamás olvidaré.
Y no lo olvidéis….!!!:
Lo Imposible…. Tarda Sólo un poco más 😉
Una fotillos más:
Un finde motero de este calado no se olvida fácilmente Manu.... con esa rutaza y la compañía de un motero incansable,no digo más....
ResponderEliminarBuen relato amigo Manu,aunque para mí con muy pocas fotos de esos paraísos.
Saludos camarada!!!
jajajaja!! Muchas Gracias! Tengo que ponerme con el tema recursos gráficos y presentaciones, para poder conjugar la parte gráfica con los textos que para mí son muy importantes. Un Abrazo!!
EliminarFabada y Cachopo!!
ResponderEliminarEso es para gente que trabaja 16 horas. No para gente que se pasa 16 horas sentado en moto... jajajaja ni haciendo la ruta del Cares dos veces lo gastas jajajaja
Los Beyos no tienen nada que envidiar a La Hermida y con más cosas que ver a su alrededor.
Vss
Paco!!! Que los gallegos cuando nos ponemos a comer... medidas pocas!!! jajaja O no ves la cantidad de fiestas gastronómicas que hay cada año en Galicia?? Los Beyos es Espectacular, y con mil carreteras para disfrutar a su alrededor. Me Encanta. Un Abrazo!!
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