martes, 28 de junio de 2022

Vespa 160 GT: Que vivan las motos clásicas.


Hooola Hola!!!

¿¿Qué tal  todo??

Hoy os traigo un post diferente, con cierto aire vintage, retro, clásico o como lo queráis llamar. Lo que sin duda es, es especial.

Ya que hace unos días tuve la oportunidad de subirme a esta preciosa Vespa Clásica

En concreto una 160Gt del año 1973 que el año que viene cumplirá la friolera de ¡¡50 añazos!!!

Ahí es nada.

Lo hice gracias a que conozco a un auténtico amante de estas máquinas, tanto de los modelos antiguos como de los más modernos.

Carlos es propietario de esta 160GT y de una 300GTS Súper . Habitual del mundo Vespa, fue él quien me propuso disfrutar de un día con sus dos motos y dar unas pequeñas impresiones sobre ellas.

Cuando lo hizo no me pude negar. Es más, me hacía muchísima ilusión probar una moto clásica con tantos adeptos en todo el mundo; especialmente en Italia donde es todo un fenómeno de masas.

Mi padre con 18-20 años se dejó guiar por ese furor que arrasaba en Europa, y se compró una de segunda mano. Pero no le moló el rollo rueda pequeña en los caminos de cabras de la época y la terminó vendiendo al poco tiempo. Y yo… tenía que probar.

Vespa 160GT Electronic:

Lástima que la indumentaria no fuese la más apropiada

La verdad es que sobre ella no os puedo contar gran cosa más que lo que aparece en internet (que no hay mucho) y algunos detalles que me ha contado Carlos.

Como ya he dicho, el que hoy nos ocupa es un modelo fabricado en 1973.

Se fabricó en tres colores: Azul, Naranja y este Oro.

Su motor de 2 tiempos de 161,16 cc(60 x 57) rinde una potencia de 7,8Cv a 5200rpm.

El cambio es el clásico de Vespa con embrague y cambio en el puño izquierdo. En este caso con 4 velocidades.

Su peso es de 98kg y la velocidad máxima declarada era de entre 90 y 95km/h.

No está nada mal para un vehículo que soportan unos neumáticos 3.50 x 10.

¡¡¡Eso es pequeñísimo!!!

Aunque la había visto en fotos, la de Carlos me impresionó en directo:


El porte, el color dorado rollo con aire retro, el tacto a metal, solidez por todos lados…

Y aunque no está perfectamente restaurada, esta me sigue pareciendo preciosa.

En marcha: ¿¿Dónde está todo??

Una vez te subes a ella y pretendes darte una vuelta, te das cuenta de que te han cambiado cosas de sitio y que nada o casi nada funciona como estás acostumbrado: Bueno, el manillar, el acelerador y los frenos, sí. Menos mal jeje

Las marchas: embrague y cambio en la mano izquierda. Primera hacia atrás, y el resto hacia adelante.

Acelerador por cable y en su sitio: bien.

Los frenos: comparado a lo acostumbrado, el delantero no frena una mi… no deteniendo la moto ni por asomo ni en primera. Por el contrario (una vez lo encuentras) el que frena es el trasero. Sin abs por supuestísimo.


El motor, no sé si estaba bien a punto o si no. Pero en cuanto me acostumbré un rato rodar con ella, me ha parecido una auténtica delicia. De hecho toda la moto me terminó pareciendo una auténtica delicia menos esas ruedas pequeñinas.

Tira desde abajo con fuerza, dosificable, las marchas más juntas de lo esperado… Como es normal vibra un poco y hace más ruido del habitual. Pero tiene su aquel. Eso y que huela un poco a gasolina.

En cuanto al comportamiento, no tengo queja alguna.

De hecho me gustó mucho, hasta el punto de dejarme sorprendido en algunos aspectos.


Hay que acostumbrarse:

A las ruedas 3,5, al cambio, a los frenos y a ir en una moto mucho más pequeña de lo habitual, que te cambia el equilibrio girando a la mínima insinuación.

Ah!! Y a no llevar intermitentes jaja. Que hay que señalizar con la mano como si fueses en bicicleta.

Decir que, aunque hay modelos  de Vespa en los que hay que equilibrar con el cuerpo porque pesan más de un lado que del otro por la localización del motor/rueda de repuesto, este no era el caso y tuve la gran suerte de poder desentenderme del tema. Con lo que me adapté a ella súper rápido y pude disfrutarla un montón.


De hecho, tras un par de horas dando vueltas con ella, sacando fotos y tal, admito que me costó dejarla.

Esa posición de conducción, sus formas redondeadas, ese precioso velocímetro con fondo blanco. El minimalismo… y porque no decirlo: ese rollo de que te miren por la calle al escuchar su sonido. Que te admiren al verte montado en algo tan bonito y singular hoy en día.


Mola Un Huevo.

Mientras rodábamos y charlábamos aquel día, Carlos iba haciendo un trabajo de “captación” a las motos clásicas (aunque siempre digo que me gustan todas), preguntándome:

-Si te pudieses comprar una clásica, ¿qué moto sería?

En aquel momento con mil cosas en la cabeza, no supe que responderle.

Pero pensándolo bien y viendo las sensaciones que me transmite escribir este post. Una moto bonita, sencilla, en la que yo entre sin problemas, que me apeteciese conducir en cualquier momento y que me despertase una sonrisa cada vez que la viese en el garaje; lo tengo clarísimo:

Sin duda, Una Vespa 😉

Como siempre, espero que os haya gustado el post. Este más especial de lo habitual.

Agradecerle infinitamente a Carlos el haberme prestado sus motos y el trato de aquel día. Fue realmente increíble.

Mola que mis lectores y seguidores seais los protas de mis post 😊 

 

Por aquí os dejo su perfil para que veáis todo lo que hace con sus vespas

Perdido por Ahí

En unos días tendréis un pequeño video sobre ella en mi canal de YouTube

Elmoteroredimido YouTube

Galería de fotos: 

Otra toma de la 160 GT Electronic. 

 

Las Vespas

Detalles



Una guantea como Dios manda jeje



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