miércoles, 23 de octubre de 2019

En Moto por Asturias: Una Memorable Ruta de Otoño.


       La semana pasada me puse a escribir este post, y la cosa no iba. Tenía la mente en otras cosas y, cuando me di cuenta de que me estaba saliendo un churro infumable y poco original, decidí parar.  
No suele ser fácil ser original en un blog o post, sin recurrir a la provocación o a la risa fácil, ni seguir el mismo guión que los demás.

-Como darle un aire diferente a una ruta como las mil que hacemos todos, o al contacto con una moto.
-Decir sin decir.
-Contar lo que no te gusta, sin parecer que te estás ensañando.
-Transmitir mucho, diciendo lo justo.
-Líneas muy finas difíciles de traspasar.
 Qué bueno es a veces hablar con amigos sinceros, que ven el mundo a su manera.  
Sin demasiadas complicaciones...

Una Memorable Ruta de Otoño.


    El jueves de hace un par de semanas, salí en moto porque no recordaba una salida de un día entero, y porque lo necesitaba como el respirar. 
La excusa… que a la moto le faltaban todavía unos kilómetros para llegar a una revisión que ya tenía fecha, y no era plan mandarla sin hacerlos todos.


    Aunque el otoño entraña cierto “peligro” por tanta hoja caída y porque el clima se vuelve aún más voluble, es quizás la época del año más bonita para rutear con tranquilidad. Los días son ya más cortos, y la luz es diferente.

Una estación de contrastes: bucólica, pero alegre por momentos.            

        ...Como no, salí Tarde.

La densa niebla de las primeras horas me animó a ello. Con la suerte de que, cuando se disipó, dio paso a un día increíble que mezclaba nubes oscuras y los alegres rayos de “un sol de otoño”

Ir tan justo de tiempo, no me dejó margen para pensar demasiado. 
       
Lo agradecí camino de A Fonsagrada; una de las carreteras más moteras que tenemos enGalicia, por su vorágine de curvas lentas, rápidas… cambios de rasante y fuertes pendientes. Que no dan demasiado margen a confiarse si no la conoces y pretendes hacer lo que no sabes, Correr
No suele ser una de mis carreteras predilectas, pero solamente por el paisaje merece ser visitada. Fonsagrada…  Los Oscos… Salime…  Toda esa zona.


Son lugares destinados al disfrute de quien le gusta perderse en calma, y más en otoño.

       Camino a “Donde Luis” a comerme un bocata, me dejé llevar por la carretera y sus curvas. Con precaución, pero pensando lo justo, ha resultado ser la vez que mejor me lo he pasado en ella. 


Un bocata, un agua y 
un café por 6€. 
¿Quien da más?

Me seguí dejando llevar cuando llegué al desvío a Los Oscos, por la llamada de Asturias. Os juro que me entró una cosa loca por el cuerpo, como si me llevasen los demonios:
No llueve, no nieva, luce el sol, carreteras estupendas, puertos de montaña a veinte minutos…          

  
(vistazo al Google Maps)                         
 -¿Me dará tiempo?

Cariño. Cambio de ruta😈


        En Grandas no se veía a ni Dios, pero estaba precioso. Apenas me crucé con un puñado de peregrinos que disfrutaban del camino, sufriendo a su manera.

La bajada al embalse es tremendamente bonita y frustrante. Quieres mirar el paisaje, pero la carretera es tremenda y no te deja. 

 

Tonos verdes, ocres y marrones, 
se mezclan con el negro gris del asfalto.

          Entre la vegetación vislumbras que lleva demasiado tiempo sin llover, y nevar. El paisaje sigue siendo verde porque estamos donde estamos, pero pide agua a gritos. Cosa que veré con mayor nitidez más adelante.

 
Mientras tanto disfruto de las curvas.  Larga subida entre fotos y carretera gastada camino al Puerto del Palo.
      No tengo demasiado tiempo que perder, porque voy con el tiempo justo. Pero aprovecho para practicar todo lo aprendido hace unas semanas en el curso de conducción… y lo noto.  
Más seguridad en las trazadas, y Menos sorpresas.

Disfruto muchísimo de la bajada. 
Curvas y más curvas camino de la bulliciosa Cangas, donde paro para el segundo café, y un pequeño tentempié para afrontar la vuelta.
 
Al Pozo voy rodando casi en solitario.


Con tantas ganas, pero menos prisas que en la Raiders donde el hambre y las ganas de llegar hicieron que se me hiciese eterno. Desde que la descubrí, no me canso de ir por esta carretera.
 
   
"En la que un valle de luces y sombras te engulle entre sus curvas, pasando a una pendiente que te eleva hacia la luz rojiza de la tarde, y que aumenta sin pausa hasta las últimas rampas."

         Arriba del todo me encuentro a unos asturianos de Avilés, que se habían tomado el día libre, y que hacían un recorrido casi inverso al mío.

– Ven a echar un pito con nosotros, hombre!!!- Me dice el más simpático de ellos.

-Voy! Voy!!- Respondo.

Unos tíos de mediana edad, con kilómetros a sus espaldas. Estuve un buen ratillo de agradable charla con ellos. De hecho uno había hecho también la Riders de este año, y que se quedó con ganas de repetir. “Qué raro…” jejeje
 
 Serían como las seis y media, y había que arrancar. Me quedaban unas tres horas y alguna foto de camino a casa, aprovechando que en Coruña anochece un pelín más tarde. Había que subir el Puerto del Acebo y volver a Lugo por  A Fonsagrada mientras veía como el sol se apagaba poco a poco.
 
    
  Camino del Acebo, confirmé mis sospechas: Lo que suele ser un embalse bastante lleno, se había quedado en un río con poquita agua, y la subida al puerto estaba más marrón que de costumbre.  Aunque su carretera, como siempre: Preciosa, divertida y algo gastada.


Menos mal que estos días está lloviendo Bien.

       La vuelta por Fonsagrada hubiese sido igual de divertida que la ida si no fuese por una Pick-Up con un largo remolque, que llevaba prisa e iba cortando curva tras curva en un total sinsentido (haciendo el tonto, vamos) y poniendo en peligro al incauto que viniese disfrutando de la carretera en sentido contrario. Menos mal que los pocos moteros que me encontré, estaban parados en el arcén haciendo un descanso.

A la salida de Castroverde , con las últimas luces del  día, hago un breve descanso a la orilla de la carretera, para ponerme el chaleco reflectante. Mucho tráfico y es bueno ser visto.

En Lugo, autovía de vuelta para atajar, camino de A Costa Do Sal y Betanzos donde poner el broche ya de noche, Una Memorable Ruta de Otoño.


Lo Imposible tarda Sólo un Poco Más!!😉


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