miércoles, 11 de septiembre de 2019

Prueba ktm 790 Adventure


Hoooooolaaaaa….!!

¿¿¿Qué pasa gente??? 

¿¿¿Cómo va ese veranito???

La última moto que he probado y sobre las que os voy a dar mi opinión, es una de las motos más esperadas de este año; sobre todo para los traileros más acérrimos  por su ligereza y su  clara orientación campera.…Y… Tanto escuchar hablar de ella, y tantísimo bombo que se le ha dado, que no he podido resistir la tentación de pegarme una vuelta.


 Se ofrece en dos versiones,
la Adventure y La Adventure R.

Diferencias entre ellas…   
Básicamente la Adventure R  trae unas suspensiones de mayor recorrido y de una gama un poco más alta dentro del catálogo de WP. Sillín de una pieza para moverse mejor en campo. Un “mapa motor” a mayores: El Rally; en el que podrás configurar la respuesta del acelerador… control de tracción… etc. a tu gusto. Eso y pequeñas diferencias estéticas.

 No he preguntado precios, pero tengo entendido que la diferencia entre una y otra no es muy grande.

Mientras probaba esta moto, debería estar de viaje. Pero cuando las cosas se ponen en contra…

Y como tenía que matar el mono de andar en moto, me dije…

-“Voy a ver si alguien me presta una motillo para darme una vuelta”


La ocasión me quedó  a huevo.

Esta semana tenía que ir a recoger una pequeña adquisición a  SportPasión (nuevo concesionario Ktm para Coruña), y al paso le comenté a (Nombre) el comercial la posibilidad de probar la 790adv, y desde el minuto 0, todo fueron facilidades:

Al día siguiente, miércoles, a la hora acordada, tenía la moto preparada para la prueba.

Aunque el tiempo no fue excesivo, tenía  en mente un circuito para poder probar la moto en los ámbitos que me muevo habitualmente: Carretera abierta, algo de autovía, y un par de tramos de mis carreteras retorcidas favoritas.

….Y No, no hay pistas. Una porque no me daba tiempo a todo, y dos porque no es mi medio; o más bien porque no debo hacerlas. Por lo que, para ir con dudas y no sacar provecho, prefiero no perder el tiempo. 

  "EL BICHO"

 
 Si hay algo por lo que destaca Ktm en sus motos de asfalto desde siempre, es por una estética que rompe lo habitual: 

Muchas líneas afiladas, combinaciones de  colores llamativos y  diseños deportivos y en muchos casos transgresores.

Incluso con cierta Inspiración Entomológica (De Insectos de toda la vida)


Recordar por ejemplo aquella famosa 690 Supermoto del 2007/2008, también conocida como “La Avispa”
 
Pues en este caso la han vuelto a hacer… o por lo menos esa es mi impresión. Porque vistas ambas de perfil, esta nueva 790adv me recuerda mucho a una Mantis Religiosa…

¿Es así, o es que me estoy volviendo aún más rarittto…?

Bueno, a mí me da esa impresión.



Vámonos Al Lío


Gustos a parte, la primera impresión que me dio esta moto es la de ser una moto compacta, liviana, y con una estética reconocible. No llega a dar la apariencia de una moto de campo…pero casi.


De hecho lo primero que pensé recién bajado de la Teneré, fue:  
“Dios. Qué pequeño es esto” 
(comparado con mi Teneré, es una sensación a la que tendré que acostumbrarme a  partir de ahora)

Maniobrar en parado me resultó al principio un tanto extraño al tener el depósito ahí abajo. Entre eso y el tener las estriberas también anchas (no es para nada malo) y no sabía muy bien  cómo colocar los pies.


En la primera rotonda nada más salir, me veía sentado en una plumilla rodante…. Y en un primer tramo de autopista comprobé lo que ya me suponía: 
La protección aerodinámica es Muy justa:

Cuando fui solo no me pareció terrible. Recibía bastante aire en los hombros y la parte superior del casco, pero no me resultaba del todo molesto a velocidades legales. Pero cuando llevé algún coche delante, los rebufos eran importantes e incómodos. 

En curvas… Bien.
Hacía mucho que no me subía a una moto con llanta 21” y lo noté por momentos. Me pareció un Algo durilla de mover de lado a lado con el manillar entre curvas, y parecía que le costaba un poco entrar (nada que ver con la 1090 a la que di una pequeña  vuelta  en diciembre, que parecía oler las curvas a distancia, y que casi le gustaban más que las rectas…. O era a mí).  

En esta tuve que aprovechar más el cuerpo apoyando el peso en las estriberas para llegar a ir cómodo con ella. Pero Bien de verdad.


El Motor… Mola.😈😁 
Aunque me esperaba un poco más de “chicha” abajo. 
De hecho, después de la primera tanda de curvas llegué a mirar en qué modo iba la moto. Me parecía muy light a lo que había visto hacer con ella. Pero no,  de los tres que trae (Street, Rain y OffRoad) el modelo Adventure básico (en la R incluye el Rally) el modo Street  es en el que ofrece las mayores prestaciones en carretera.

Hasta las 4500rpm, es tremendamente suave y progresivo. No traquetea demasiado a bajas vueltas, es agradable y sale bastante bien. Pero, aunque  desde las 4500rpm ya avisa tímidamente lo divertido de este motor está en las 5500.

Ahí despierta “El Bicho”. De hecho cuando lo descubrí aquello fue un “hostia!” dentro del casco. No notas un patadón increíble, pero sí que aquello cambia, y mucho. El sonido del motor a ese régimen es….Buf! Te pone burrísimo.  Y el motor comienza a estirar como si no tuviese fin (eso lo comprobé a la vuelta en autovía) de forma rabiosa, lineal, y con pocas vibraciones.

Aunque el rollo racing no es lo mío, reconozco que en esos rangos la moto se hace muy divertida y te saca unas cuantas sonrisas.

Los frenos me han gustado mucho. Son potentes y dosificables. Pinza radial de cuatro pistones delante… de doble pistón atrás… Muy Bien.

 

La pantalla Lcd, Muy bien. Es de fácil lectura, y navegar por ella me resultó sencillo. 

Me ha gustado la disposición de los mandos,  pero sin ser un experto, la calidad de los mismos choca un poco comparado con la que se aprecia en otras partes de la moto. Por lo menos a la vista parece un poco… flojillo.

En cuanto a la Ergonomía, la posición me ha parecido bastante cómoda incluso de piernas. El manillar me resulta estrecho como en todas las ktm que he probado, pero está bastante cerca, es plano y cómodo. Las estriberas son anchas y todo estaba en su sitio (suelo tener problemas con el pedal de freno, y este no ha sido el caso).


Para mi rodilla me vendría bien un pelín menos de ángulo en las piernas… pero eso es más defecto mío que de la moto.

 

Lo que No me ha gustado en este aspecto, ha sido el “tabloncín que han puesto por asiento. No es lo peor en lo que me he sentado hasta ahora…. Pero lo vi muy mejorable.


En la 790 Adventure “a secas”, el asiento está dividido en 2 partes independientes y la que se regula en altura es la delantera como toda la vida.

El tema del mullido es algo bastante personal,  y seguro que habrá gente que diga que está bien. Yo el problema lo veo en que es algo estrecho (bien para ir de pie) Pero tiene unas aristas en los laterales que se clavan bastante. Mullido duro+ Aristas= Dolor de culo/ingles. Y eso en un trayecto un poco largo hace que lo disfrutes bastante menos.

Al final de la prueba, el comercial me comentó que existe un asiento Ergo en opción más confortable. Aunque en cuanto a  formas, sigue siendo más de lo mismo. Habría que probarlo…

 
El pasajero no ha de tener demasiados problemas para encontrarse cómodo, salvo por la compacidad del conjunto. Es una moto cortita. Pero tiene un espacio suficiente, unas buenas asas, y el asiento no está demasiado inclinado.

Los Neumáticos Avon Trail Rider Dual Sport que trae de serie (y que no conocía) me han llamado la atención por su comportamiento. Me gustaría probarlos en agua para ver cómo van, pero durante la prueba me han dado bastante confianza.

Adaptabilidad:

Aunque es un poco pronto y el modelo apenas ha comenzado a comercializarse, me he llevado una Gran alegría al comprobar que es mucho mejor que en otros modelos de Ktm. Aunque el catálogo Ktm PowerParts no destaca en este aspecto, en la industria auxiliar sí hay accesorios para facilitarte la vida en caso de que tengas alguna lesión que haga necesarias pequeñas adaptaciones.

… Y Poco Más…

De consumos es difícil hablar en una prueba tan corta y sin estar adaptado a la moto. La marca declara…

Decir que Me Ha Gustado:

El Motor.- Más suave de lo esperado… con rabia cuando lo buscas… bastante dosificable… y suena Muy Bien. Me hubiese gustado probar el modo OffRoad para ver si tiene algún bajo más, pero al hacer la prueba en carretera  no le vi el sentido.

Los Frenos.

El Comportamiento.- Es una moto noble, ligera, y bastante fácil de llevar.

…Y la Estética… He de reconocer verdad es  que cuanto más la veo, más cariño le estoy cogiendo…. Soy así: Me gustan casi todas.

Y qué Mejoraría:

El Asiento.- Duro e incómodo.

La Protección Aerodinámica.- La Cúpula no es regulable… Es floja… No me gusta Nada.

Los Mandos.- Tanto un poco su calidad como que, no tiene la opción de los intermitentes de emergencia, algo que Yo (personalmente) creo que debería ser obligatorio que se pusiesen automáticamente en las frenadas fuertes.


A modo de  
Conclusión final 
me gustaría decir que  esta nueva 790 Adventure me ha gustado por su motor, frenos, ligereza, compacidad… Y seguro que va a hacer las delicias de  los que os gusta el offroad. Pero, para sustituir a las 1090 le faltan dos puntos en cuanto a manejabilidad en carretera, y a aptitudes viajeras.

Much@s estaréis conmigo en que, de querer hacer cambios en el catálogo y que este contase con una Trail de media cilindrada,  posiblemente sería acertado por parte de Ktm  que esta 790 Adventure adoptase cambios para hacerla más viajera (llanta 19”… Mayor protección aerodinámica… mejora ostensible del asiento… un Control Cruise…) para separarla más de la actual versión  R, totalmente adaptada al OffRoad 

 
Muchísimas Gracias a Sport Pasión Coruña por el trato y las facilidades para la prueba. Como siempre, un Auténtico Placer.

En unos días os pondré un enlace con las especificaciones técnicas y los accesorios que voy encontrando para las motos sobre las que os doy mi Opinión… Un poco a modo guía.

Y ya sabéis: 

“Lo Imposible tarda Sólo un Poco más!!”😉✌

Espero que os haya gustado. Con que ayude a una sola persona, 

todas estas horas de trabajo y reflexión, habrán valido la pena.

Gracias

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lunes, 2 de septiembre de 2019

En Chanclas ya lo Loco. By Ramón Parreño Moreno



                                 

                Hoy como cualquier día “normal" subido a mi moto me encamino a mi lugar de trabajo, ya por cierta comodidad adquirida llevo el uniforme ya puesto y no es necesario cambiarme ni al llegar o al marcharme. Como siempre la cazadora y guantes además del casco, este último  tras muchos años de circular con uno abierto o jet, opté  por un integral modular…

El recorrido es cuanto menos tedioso y monótono por rutina, salvo que al desarrollarse en zona urbana hay que ir con mil ojos y no bajar la guardia jamás. En esta “normalidad" es fácil coincidir  con los mismos vehículos a la misma hora poco que uno se fije, cosa curiosa.




Y llega agosto el mes donde todo se transforma y lejos de ver a los “habituales" un gran vacío de tráfico hace parecer una ciudad desierta, hay una cierta permisividad que va de la mano no siendo extraño ser testigo de alguna imprudencia cometida a modo de “pecado venial", pudiendo tener esta desastrosas  consecuencias.

Parado en un semáforo bajo la canícula matinal me encuentro. Absorto asisto a como se lo pasa en rojo un gran furgón negro ante los improperios de peatones  que estaban cruzando.

 



 Al instante escucho a mi lado unas risotadas; una de esas mini motos eléctricas de ciudad y sus ocupantes ávidos  de llamar la atención lo consiguen y al reparar en ellos pos un instante dejan de reír de manera ciertamente extraña. En el vistazo veo que la equipación que llevan es desastrosa: los cascos tipo Jet (quitamultas), bañadores de colores estridentes, chanclas y toalla… nada más.







                                                    Vuelvo a mi “Mundo". Estos continúan riendo y gritando, el conductor intenta levantar la rueda delantera sin éxito y se tambalean un par de veces en el paso cebra.

El disco se pone verde e intento alejarme de ellos ya que su arranque un tanto errático y con poca velocidad es peligroso. Los adelanto y continúo mi camino.

Varios cruces de calle mas allá el trafico está algo más congestionado, voy tras los coches y no hay huecos, veo a los chavales circular a gran velocidad por el carril Bus-Taxi, mientras vocean algo.

Yo a lo mío debo pasar el embudo que hay al acceso al vial que me lleva a la siguiente avenida. Una vez embocada esta observo a lo lejos cierta retención extraña coches detenidos habiendo vía libre, entre ellos me cuelo hasta llegar lentamente al meollo.

En el suelo un amasijo de metales y plásticos del que no es difícil distinguir lo que aquello fuera una de esas motillos a batería de alquiler por APP. Un medio de transporte por ciudad de cierta contención económica que está cada vez más en auge.

Alrededor una tensa escena se desarrolla: un taxista baja con rapidez de su coche, un par de personas también acuden al accidente, el camarero de un bar cercano maneja la situación dando ordenes mientras dos chicas orientales graban con sus teléfonos móviles. El del bar se hace cargo del chico que se encuentra malherido en el suelo su cuerpo está lleno de heridas y quemaduras me recuerda a cierto cuadro de un “Ecce homo", no tiene el casco puesto, tiene toda la pinta de no haberlo llevado ajustado.

El otro chico (que debía de ser el conductor) sí que lo lleva en la cabeza pero está parado en medio del cruce de una calle adyacente intentando andar pero sin conseguirlo su cara es de autentico dolor. Paro mi moto cerca de él e intento ayudarle, está como clavado al suelo, posiblemente esté en estado de shock. Al llegar a su lado le pregunto su nombre  pero no contesta y le digo que todo va ir bien que esté tranquilo. Por suerte es un “tirillas" lo cargo en mis antebrazos cruzando así la calle depositándolo a continuación en el suelo con ayuda de varios transeúntes.

Entonces allí agachado frente al accidentado me vuelve a invadir la empatía mas absoluta y le tranquilizo nuevamente. Me mira y entre sollozos intenta tocar mi cazadora con el dorso de su mano cuya palma es ahora una pulpa sanguinolenta y me dice:

—¡Perdón! …mi amigo se reía de ti, por llevar la chaqueta y  los guantes con este calor… ¡Y mira ahora!

Volví a darle cierto consuelo de palabra y le dije que la ambulancia estaba de camino y que todo se solucionaría en breve. Suenan unas sirenas y aparecen varios coches de Policía Local y una ambulancia haciéndose cargo de la situación, de pronto reparo en un agente que se dirige hacia mi motocicleta, en dos zancadas estoy con él y le indico que no tengo nada que ver con el accidente que solo he parado a ayudar, me dice que me marche y eso hago, mientras el agente se pone a tocar el silbato y dar paso a la circulación detenida.

Ya en el trabajo me detengo a pensar en todo aquello, me supo mal abandonar el lugar de aquella manera pero al fin y al cabo yo no podía hacer más. Tanto ellos cómo yo volvíamos  a ser anónimos…            
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Lo Imposible tarda Sólo un poco más 😉