viernes, 29 de julio de 2022

Cementerio de Sad Hill y Santo Domingo de Silos. Otra escapada por el norte


Bueeeeenas!! Hoy os traigo una parte de un pequeño viaje que hice hace unas semanas. En el mes con el calendario motero más apretado de todo el año. El de Junio.

Aprovechando el viaje de ida a uno de esos eventos, me marqué una pequeña escapada por el Cañón del Río Lobos y los alrededores del Parque Natural de Sierra Cebollera entre Logroño, Burgos y Soria.

Un lugar creo que no lo suficientemente conocido y valorado. Con multitud de atractivos paisajísticos y naturales; además de unas carreteras…

Apenas un par de días bastó montar esta ruta, motivado por el recuerdo de las historias que me contaba mi abuelo:

Siendo joven tuvo que pasarse dos años haciendo la mili en Burgos con los recursos, infraestructuras y medios de aquellos tiempos; en los que cada viaje por pequeño que fuese, era toda una aventura.

Fue el  lugar más lejano que visitó en su vida, pues las obligaciones de una familia que mantener se lo impidieron. Pero aquellos parajes del interior de la península se quedaron en su mente para siempre. Al hombre le gustaba viajar y lo hizo aunque solo fuese en sueños.

Recuerdo como siempre me decía: “Aproveita meu neto, aproveita. Que a vida lojo pasa” (Aprovecha, mi nieto, aprovecha. Que la vida pasa rápido)

Él se fue hace unos meses, pero sus historias y todo lo que nos unía quedará en mí para siempre.

Gracias por todo, Abu.

El Cementerio de Sad Hill


Con el recuerdo de mi abuelo en la mente, salí de casa un lunes por la mañana camino de un lugar que llevaba años deseando visitar: El Cementerio de Sad Hill.

Protagonista de cientos de fotos en Internet, este no es otra cosa que un escenario natural construido para la escena final de la película “El bueno, el feo y el malo” protagonizada por  Clint Eastwood; Lee Van Cleef y Eli Wallach a mediados de los 60.



Entre 2015 y 2019, la Asociación Cultural Sad Hill lo reconstruyó. Entre otras fuentes de financiación, llama la atención una bastante curiosa en la que cualquiera por una módica cantidad, puede poner una cruz con su epitafio. Habrá de quien le resulte un tanto “macabro” pero yo lo veo más desde el punto humorístico, ya que, por mucho que uno pueda renegar del tema, la vida y la muerte forman parte de nuestro camino.

Por aquí os dejo el enlace de la Asociación:

Asociación Cultural Sad Hill

La ruta del día, como tal, tiene poquito que contar:

Salí temprano en un día que prometía ser caluroso y tras un tramo de curvas para coger feeling con la moto, fui mezclando autovía y carretera para ir avanzando camino sin machacar en exceso las ruedas.

Esta vez hice Ponferrada- Astorga por la LE-142 que discurre paralela al Camino de Santiago. Nunca había ido por aquí y me gustó muchísimo. Habrá que volver a investigar con calma, si unos incendios más o menos intencionados e interesados, dejan algo.

Molinaseca. Espectacular como siempre.

En Astorga, parada para pagar gasolina a precio de oro y acercarme a un súper a comprar comida y bebidas para el día.

Hacía un calor infernal.

Sin mucho tiempo que perder, me metí de nuevo en la autovía hasta pasar Burgos, donde tomé rumbo sur por el Embalse de Arlanzón y el Puerto del Manquillo. La zona es bastante chula y unas cuantas curvas tras tanta vía rápida sientan de lujo.

Puerto del Manquillo. Sitio chulo en carretera perdida.

En Contreras, justo antes de comenzar la pista que lleva a Sad Hill, me encontré un rebaño de ovejas guiado por un pastor ya mayor y curtido. Con él estuve un ratillo mientras sus ovejas deambulaban de un lado para otro cuando el sol comenzaba ya a caer. Muy majo.

Un precioso rebaño de ovejas.
 

Gallegos por Sad Hill

Lo Imposible tarda solo Un Poco Más
 

Cuando llegué al cementerio estaba prácticamente solo. Solamente un coche aparcado medio a la sombra de un pinar, mientras sus ocupantes deambulaban por el fondo del cementerio curioseando entre las “lápidas”

El sitio era Flipante:

Una inmensa explanada franqueada por pequeñas montañas y pinares en un paraje semi desértico. Impresionante. De verdad que no me lo esperaba tan bonito.

Mientras curioseaba y trataba de hacerme una auto foto ayudado de un trípode, vi como llegaba otro coche al  lugar y de él bajó un matrimonio que no tardó en “asaltarme” diciendo si quería que me sacasen una foto. Su acento los delataba y el mío también: Gallegos.

Lo que comenzó como una foto, terminó siendo el book completo, y un “buenas tardes” terminó en una hora y pico de cháchara mientras visitábamos juntos un lugar del que ellos no tenían mucha idea. Llevaban una semana de vacaciones sin rumbo fijo, y terminaron allí porque alguien les dijo del sitio. Pero muy agradables y buena gente.

¿¿Quien dijo que los gallegos somos cerrados??😂

Hay de todo como en todos lados, aunque sí, somos demasiado nuestros en muchas cosas.

 

Saludando a Clint

La verdad es que el lugar está muy bien cuidado, hasta el punto que no se ve ni un papel, plástico o colilla dentro del cementerio. Raro en un lugar tan turístico que algún guarro no dejase su huella.

Lo disfruté con calma a sabiendas de que es posible que tarde mucho en volver. No sé si la magia del cine dejó su marca allí, pero aquel lugar me gustó de verdad.

Duelo al Aterdecer 

Teniendo quien lo inmortalizase, no podía irme de allí sin hacer un poco el tonto. ¡¡Con lo que presta un buen duelo...!!😂😂

Nos Retamos

Quise ser el más rápido

Pero Clint lo fue más. Siempre será el puto amo

La idea de aquel día era dormir en Santo Domingo de Silos. Del cementerio lo separan unos 5km de una pista ancha y bastante fácil en apariencia. Con lo que me las presumía muy felices de “overlander” cuando me subí a la moto, con muchas ganas y decisión… hasta que la susodicha comenzó a ganar pendiente a marchas forzadas. Una horquilla muy cerrada y llena de surcos me hizo detenerme en medio de la cuesta, preso de las dudas de si seguir y por dónde. 

¿¿Qué mejor que unas preciosas terneras para cuidar del campo??
 

Lo confieso: me cagué. Me gusta el off, pero el miedo a una caída con la moto cargada y mi pierna en el estado en el que está pueden conmigo. Si fuese en otra vida, no lo hubiese dudado.

Tras respirar un minuto, vi la maniobra correcta para dar media vuelta sin que se cayese la moto y sin meterme en ningún “berenjenal”, así que ni tan mal.

Al final fue llegar a Silos con 30km más en lugar de 5 y con la moto en la reserva. Bien. Cojonudo. Un problemilla más que resolver al día siguiente.

Sad Hill montañas al fondo

Esto en silencio es Increíble

¡¡¡Tarán!!!

Impresionante Sad Hill

Santo Domingo de Silos


Aquella noche dormí en el Hotel Silos 2000, bastante aceptable en relación calidad precio y regentado por un hombre cuando menos particular, pero majo.

Santo Domingo de Silos es una pequeña población que creció alrededor del monasterio. Se encuentra en la comarca de la Sierra de la Demanda de la provincia de Burgos. Un lugar bastante solitario pero agradable por su entorno donde dan ganas de perderse si no fuese por el turismo. Tiene su aquel.

Los primeros vestigios del monasterio datan del Siglo VII con origen visigótico, pero con el tiempo y las manos adecuadas de abades, reyes, señores y puede que un poco de suerte, terminó por convertirse en uno de los más importantes de Europa por su arquitectura, escultura e influencia a diversos niveles.

El martes me desperté temprano y nada más hacerlo me fui a dar un paseo por el pueblo para visitarlo con las primeras luces del día, sin nadie por la calle y fresquito.

Un precioso amanecer

Todo el pueblo tiene un agradable aire rústico. Precioso al igual que los alrededores del Monasterio. Es pequeño con lo cual lo ves rápido. Tiene unos cuantos hoteles y bares con casi tanto encanto como la plaza del pueblo.

La plaza del pueblo todita para mí

Aunque me esperaba un monasterio más grande por tanto renombre que tiene, tanto su entorno como por fuera me resultó precioso, sobre todo con el misticismo que le daban la salida del sol y una pequeña bruma de aquella mañana. 

Unas pequeñas vistas del monasterio

 


Una pena que no me diese tiempo a visitarlo por dentro. Dicen que es todavía más espectacular.

Por aquí os dejo un enlace:

 Turismo Castilla y León

Tras el paseo y un buen desayuno me puse en marcha en un día que sería largo. Lo primero: buscar una gasolinera ya que el día anterior había hecho unos 40km en reserva…

Continuará...

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jueves, 21 de julio de 2022

Michelin Anakee Adventure: Duración y Sensaciones


¡¡Buenas Tropa!!

¿¿Cómo va todo??

¿¿Qué os ha parecido el último post??

El de la Vespa 160 GT: Que vivan las motos clásicas, que publiqué hace unas semanas y que os dejo AQUÍ por si todavía no habéis podido leerlo.

Hoy vamos con uno más cortito, pero no menos interesante:

Un pequeño análisis de los Michelin Anakee Adventure. Los anteriores neumáticos que he montado en mi SúperTeneré y que me han dejado sensaciones contrapuestas. Pues de ellos hay cosas que me han gustado y otras que no tanto.

Tras haber gastado un juego de Dunlop Trailmax Meridian (Post), me decidí a cambiar a estos Michelin por varias razones:

-Me gusta probar cosas nuevas.

-Se hablaba y habla de que estos neumáticos ofrecen una duración superior, sobre todo en el centro.

-Volver a montar un neumático mixto que siempre da un poco más de seguridad cuando te sales de la carretera (sobre todo en los primeros momentos) manteniendo unas buenas prestaciones en carretera.

-En teoría se ajustaban bien a mi forma de conducir.

-Son bicompuesto y no tri compuesto como los anteriores Michelin que había montado, a los cuales no terminé de adaptarme.

-Su aspecto me atrajo bastante: La disposición de los tacos, la forma y el tamaño de los mismos… la verdad es que tenían buena pinta.

Michelin Anakee Adventure


Descripción:

Los Anakee Adventure son unos neumáticos diseñados especialmente para motos trail. Si bien aparentan una orientación muy campera, se trata de un neumático mixto 80% carretera, 20% offroad.

En su arquitectura utilizan la tecnología bigoma que tan buen resultado le está dado a Michelin desde hace bastante tiempo. En este caso, de una forma un tanto diferente.

En la cubierta delantera utiliza la Tecnología 2CT  con dos compuestos:

Uno duro en el 60% de la superficie central y otro más blando en los flancos con la intención de conseguir un buen apoyo en frenada, y un buen agarre curva.

En la trasera los porcentajes son los mismos, pero el compuesto duro se solapa por debajo del blando en los flancos, para darle más rigidez y estabilidad a la cubierta trasera en aceleraciones. Es lo que llaman Tecnología 2+CT.

Ambos compuestos con un porcentaje alto de sílice para mejorar el agarre en condiciones de baja adherencia, lluvia o incluso nieve.

Siguiendo un poco con el “análisis” de los neumáticos, los tacos presentan una forma amplia y bien solapada que recuerda un poco al de los incombustibles Metzeler Tourance.

Si nos fijamos en las filas de tacos de manera transversal, los de los bordes están unidos entre sí de forma alternativa con unos puentes. De esa forma se mejora la estabilidad en inclinaciones y demás.

La carcasa de los Anakee Adventure es blanda. Muy Blanda.

Sensaciones:

Como siempre decir que, si hablar de sensaciones es algo tremendamente subjetivo y personal, esto se multiplica en cuanto a los neumáticos de moto:

Diferentes motos, pesos, estilos de conducción y un largo etcétera de variables interfieren en todo esto.

Como ya he dicho llevo una Súper Teneré 1200 (una moto más bien pesada y con cardan) Practico una conducción tranquila, defensiva, prácticamente nunca llego al borde de los neumáticos ni llevo pasajero o demasiada carga.

El día que me las montaron fue un poema ya que se sabía que tenían una carcasa muy blanda. Tanto, que casi se montan a mano (no es broma).

No digo que sea bueno o malo, pero ver un neumático con una carcasa tan blanda en una moto tan pesada augura que; si no eres muy escrupuloso a la hora de controlar presiones, es fácil que no se desgasten de manera uniforme y que las sensaciones no sean las tan buenas como debieran.

En carretera, buenas sensaciones tras unos  primeros días de aclimatación:

 

-Los neumáticos traían bastante parafina.

-Volver a llevar algo de taco.

-La diferencia un tanto acusada de distribución de compuestos de cada neumático y el reparto de los mismos entre delantero y trasero, hizo que me llevase unos días adaptarme a ellos.

Una vez pasado esto, la verdad es que bastante bien:

En frío transmiten un agarre un tanto bajo comparado con otros neumáticos que he montado y tardan algo de tiempo en calentar (algo bastante habitual en la marca), pero una vez en temperatura el agarre es bueno, no se nota que deriven apenas con los tacos y tampoco me han parecido especialmente ruidosos.

En recta son estables y en curvas me han dado bastante confianza durante toda su vida útil. Ni un solo susto ni en seco, ni con asfalto húmedo o mojado.

Con lluvia no son los Pilot Road 4 Trail (los mejores que he montado en agua hasta la fecha), pero el comportamiento me ha parecido muy bueno.

Donde no me han gustado tanto ha sido:

Con líneas blancas, juntas selladoras de alquitrán (donde ninguno se comporta bien, pero unos las repelen más que otros) Estos ni con la carretera totalmente seca. Se van, pero muchísimo.

Asfaltos con baja adherencia, muy lisos, fríos, con un exceso de alquitrán… Enseguida notaba una pequeña sensación de falta de agarre sobre todo en la rueda delantera.

En conducción offroad, las poquitas veces que me he salido del asfalto, no he tenido queja: Muchísimo mejores sensaciones que con neumáticos 100% carretera. Para lo que hacemos la mayoría de los que tenemos moto trail, cumplen perfectamente. Gravilla, piedra suelta, húmedas… sin problemas. En barro no las he llegado a probar.

Como han envejecido:


La verdad es que viendo la diferencia entre ambos compuestos, el tipo de carcasa, etc, la verdad es que me lo esperaba peor.

No ha sido un desgaste totalmente uniforme, pero tampoco ha sido tan diferente. De hecho me esperaba que aguantasen más en el centro. Tampoco se han “taqueado” en exceso aunque sí los noté un pelín deformados al final del todo.

Duración: 9500 kilómetros.

 

Ahí la gran decepción. Contaba con igualar cuando menos los 16.000 km de las Dunlop ya que por mi estilo de conducción tranquila suelo aguantar bastante los neumáticos. Pero no ha habido forma, hasta el punto de que me han durado más o menos que los Scorpion Trail STR con los que me vino la moto.

He tratado de llevar una presión óptima en todo momento, revisándola en cada salida.

No he rodado en días con demasiado calor.

Incluso traté de averiguar si había alguna presión que no fuese exactamente la recomendada por el fabricante, con la que fuesen mejor (que a veces pasa)

Pero nada: un viaje de 5000km, dos fines de semana y 4 salidas más es lo que me duraron los Anakee Adventure.

Conclusiones:

Para mí ha sido un neumático correcto del que no esperaba grandes alegrías en cuanto a agarre, pero sí una duración que no he obtenido.

Su comportamiento es un tanto diferente a otros neumáticos mixtos del mercado. Algo que genera opiniones contrapuestas sobre él entre los usuarios, sin demasiado término medio.

Los volvería a montar: Podría, porque no son ni de lejos los peores que he montado en mis motos. Ahora sé lo que llevo, y quizás los dejaría solo para invierno. 

Aunque me han parecido algo caros para el rendimiento que he obtenido de ellos.

 

Como Siempre, espero que os haya gustado este último post y todos los anteriores.

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