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sábado, 4 de agosto de 2018

Concentración Mototurística Motoclub Motoreo. A Pontenova. Lugo








A Pontenova 2018

 Un día diferente y entre amigos.
                                
Diréis los que me conocéis de hace tiempo…

 “Que coña hace éste pasando el día en una Concentración”
             
             Pues eso mismo pensaba yo el pasado domingo a las diez y pico cuando llegué a Meira  y me encontré rodeado de tanta moto…

Pero la respuesta es muy sencilla:

Probar Cosas Nuevas.

Como cuando me fui de viaje yo solo el año pasado, o hace unos meses a Gijón.

Cosas diferentes en una etapa diferente mi vida.
Cosas que no hacía antes, y mucho menos yo solo. Que me hacen cambiar el chip, y exponerme al mundo aunque por veces lo pase “mal” (que sé que no me va a comer nadie) porque confieso ser Profundamente Tímido.

“El 29 de Julio estaré en la Concentración de A Pontenova”….“ Porqué no te vienes??”

Y …. No….            No era una chica guapa que me quisiese sacar del buen camino….

Pícaron@s Malpensad@s!

Era Dani, un tío de lo más agradable con el que coincidí en la pasada Riders on Road, y con el que hice buenas migas.

El domingo me desperté pronto, y  con solo abrir un ojo me di cuenta de que el día prometía muchas cosas, y la primera no era buena:

El zumbido del viento que escuchaba colarse en mi terraza, presagiaba una jornada de moto un tanto…. Incómoda.
Aunque también os digo que  si en Galicia esperase a tener un día perfecto de sol, con calor y sin viento para rodar; no saldría más de 10 ó 15 veces al año.

                               Un café más tarde, y el avistamiento  de unos rayitos de sol en el horizonte, y ya veía las cosas de otra forma.
Me monté en la moto con una sensación rara en el cuerpo y con muchas ganas de llegar. Así que para ser puntual  tiré de autovía hasta Lugo, y de ahí a A Pontenova  envuelto por un viento no demasiado incómodo, pero incesante.

Cuando llegué a la concentración y aparqué la moto entre una marabunta  perfectamente ordenada para la ocasión, me sentía raro… Muy desubicado.                            
Con una sensación parecida a la que había tenido en Gijón. Aunque en aquella ocasión, con lo accidentado del viaje, al llegar no me dio tiempo a nada más que a sumergirme de pleno en aquel frenesí de gente y de motos, y de preparativos y de nervios… y de locura colectiva.


Dani me estaba esperando desde hacía un rato pensando que no iría, y salió a
recibirme con una sonrisa de alivio.
En 5 minutos ya estaba todo en marcha, la inscripción hecha, conociendo gente; y casi sin darme cuenta subido otra vez en la moto para comenzar la ruta del día.


Hacía muchísimo tiempo que no me veía rodeado en marcha de tanta moto, con una sensación extraña; mezcla de temor y placer.
Hasta el punto que durante los primeros kilómetros, todo eran precauciones y dudas mientras
tomaba posiciones en un grupo numeroso, que rodaba tranquilo entre N-640 adelante con dirección Vegadeo y siempre  por la frontera entre Galicia y Asturias.
 Pongo especial esmero en intentar rodar lo mejor posible, con seguridad, e intentando que el que me sigue vaya cómodo y sin sobresaltos.
               
Poco después del desvío hacia San Tirso de Abres, nos  desviamos a la izquierda para tomar la  LU-132 dirección Trabada/ Lorenzana, y ahí el grupo se estira siempre de forma controlada. Separando unos metros a los que transitan habitualmente por estas carreteras, de los que no. Porque he de reconocer que esta es una de las zonas de Galicia que tengo menos recorridas junto con la parte sureste que va pegada a la frontera con Portugal.

Para ir más tranquilo, doy paso a varias motos hasta encontrarme por delante
de Dani que circulaba por el medio del grupo como parte de la organización, y me dejo llevar plácidamente por carreteras secundarias en buen estado y plagadas de curvas, subiendo y bajando por la montaña, y con escasas zonas urbanas. Aunque en las que hay, la gente se queda un tanto perpleja de ver a tanta moto junta.

Es agradable salirse de la rutina, y hacer cosas diferentes. No todo van a ser rutas en solitario por carreteras perdidas…
                              
En Lorenzana tomamos la N-634 con la clásica subida de curvas que noslleva camino de Abadín.

La carretera luce perfecta y sin niebla.  No da tanto el sol, y el viento da una pequeña tregua para poder disfrutar una subida que tienta a desmelenarse a poco que la conozcas.
De hecho se me hace hasta corta, y eso que como sabéis, mi ritmo es muy contenido. Pero es probablemente el tramo de todo el día que más he disfrutado… Encima de la Moto.

                 A partir de aquí comienza el ambiente totalmente festivo, y la ruta se relaja  (si es que en algún momento pudo ser lo contrario)

 Primero con un refrigerio en el Bar Portela, en la LU-113. Donde nos estaba esperando una estupenda barra llena de ricos pinchos, que a esas horas entraban de lujo, y una buena tertulia conociendo a gente y cotilleando de motos…. Y nos lo tomamos con calma la verdad… jejeje.
                De ahí con el grupo completo en su totalidad, la ruta nos llevaría de vuelta  a A Pontenova, pasando por Castro de Ribeiras de Lea, y Meira.
                                 

Del resto del día no puedo decir otra cosa que haber sido Tremendamente  Agradable:
                       
 
Una cañita antes de comer, amenizada por un dúo musical, que hizo las delicias de la concurrencia con un poco de rock.
Una comida agradable debajo del puente y al lado del río que  hacía más llevadero el incesante calor; 
y rodeado de Dani y algún@s otr@s integrantes del Motoclub Motoreo , que dio para todo:      
Desde risas y bromas, hasta arreglar el mundillo de las motos… y hasta el país entero!!

Y después de un par de cafés, llegó el tradicional sorteo de regalos. Algunos de ellos sumamente especiales, como varias navajas de Taramundi  hechas exclusivamente para  este evento, y que sus dueñ@s seguro guardarán con cariño.

A eso de las 18:30 llega el momento de la despedida y de deshacer parte del camino andado camino de casa. Esta vez todo por nacional. Con buen tiempo, pero acompañado del dichoso viento.

Dice el dicho “Que las cosas no son como empiezan, si no como acaban”

Un día que comenzó con pereza y no muy buenas sensaciones, termina

Con la satisfacción de haber hecho algo diferente.

Con la alegría de haber conocido gente nueva e interesante.

Y con la pena de que se me ha hecho demasiado corto, tanto la ruta como la fiesta.


Muchísimas Gracias a Tod@s!!!

 

Espero que os haya gustado

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