VISITANDO EL BANCO MÁS BONITO DEL MUNDO
De
un tiempo a esta parte en que puedo pensar con calma y ver las cosas desde
diferentes ángulos, cada vez creo con más firmeza en la teoría de que:
“Las cosas siempre pasan por algo”
Aunque la interrelación entre unos acontecimientos y otros, no siempre se manifieste de forma nítida.
Pero el caso de este “The Best Bank of de World” me ha llamado profundamente la atención.
Porque en él podéis ver con total claridad como un cúmulo
de sucesos, circunstancias y casualidades se juntan para que uno de los tantos
y preciosos rincones de la costa gallega se convierta en no mucho tiempo en un
reclamo turístico de fama internacional:
Una Transcripción un tanto
pintoresca hecha en el banco, por (he podido leer por ahí)
unos turistas escoceses “The best bank of de world” que se hace viral porque en
la traducción literal al castellano, el Banco no es el de sentarse, si no el
del dinero.
(A mí me hace recordar el “Relaxing Cup of Café con Leche” de
la famosa alcaldesa de Madrid)
Manuel y yo llevábamos unas semanas intentando coincidir
para dar una vuelta y tomar un café, en un continuo quiero y no puedo. Él arreglando sus cosas, y yo pegándome con
el mundo como siempre.
Salgo de casa pillado de tiempo para encontrarme con Manuel
en Neda, al ladito de Ferrol. Y cuando nos encontramos, nos ponemos en marcha
con el único objetivo de:
Ir a Loiba, Tomar un Café, y volver de vuelta al lugar de
partida. Sin prisa, pero con las pausas justas.
La
tarde era perfecta para rodar en moto:
Sol, carreteras limpias y secas. Y un ligero viento que no
molestaba y que a cambio no permitía que el calorcillo fuese agobiante.
La
AC-862 es una Muy Buena carretera para ir en moto.
Apta para los amantes de las fuertes inclinadas, es una
carretera tirando a rapidilla. El asfalto es bueno, las curvas son constantes y
variadas. El paisaje por zonas vale bastante la pena para recrearse, y en otras
te puedes olvidar totalmente de él para
centrarte en las Curvas.
Aunque Ojo con las zonas urbanas (que las hay) y con los
radares (incluido uno fijo de esos de farola).
Por lo demás, disfrute total!!!!!
El día
era bueno, me encuentro bastante suelto,
y tenía Muchas ganas de rodar en moto. A la ida el recorrido fue tranquilo aunque
con un poco de tráfico. Tomando el pulso a una carretera que no recorría en ese
sentido desde hacía bastante tiempo… Pero Agradable y con buenas sensaciones.
Los accesos al
Banco desde la AC-862 están bien señalizados y te llevan al lugar por una
estrecha e irregular carretera, que se despeja al llegar a los acantilados y
convirtiéndose en pista de gravilla.
No os
voy a mentir:
Para mi queda un poco desangelado el entorno de Los Bancos (porque
ahora son dos. Separados entre sí, y con orientaciones diferentes) por el llano y totalmente despejado descampado que
te encuentras nada más llegar. Pedregoso… marrón…
Pero
absolutamente todo cambia cuando llegas al lado de ambos bancos, porque las
vistas son Impresionantes y muy amplias. Puedes divisar desde la zona de Bares
hasta Cabo Ortegal.
Acantilados
imponentes, cortados, afilados daban paso a un mar manso y tranquilo en este día.
Nada que ver con lo colérico y rabioso que puede llegar a ser durante los
largos temporales que han labrado estas costas durante miles de años.
La luz de la tarde era agradable, pero incómoda para hacer
fotos; mientras veíamos como varias
personas y parejas iban y venían del lugar en un ambiente en el que reinaba el
silencio y el recogimiento. Algunas desde el chiringuito de turno, que tampoco
falta. Aunque he de decir que se encuentra bastante integrado en el medio.
Tras
una corta visita, nos subimos en las motos con la promesa de hacer una ruta
completa por una zona que cuenta con unos cuantos miradores para visitar, y
múltiples opciones para divertidas rutas.
Salimos ahora por un pequeño tramo de pista que nos sumerge
en el bosque colindante a los acantilados, y que nos devuelve a la carretera,
para volver sobre nuestras huellas.
En el
centro de Ortigueira nos desviamos hacia
su puerto y su preciosa alameda; para sentarnos al sol en una de sus terrazas
frecuentadas por moteros los fines de
semana, disfrutar de un cafetín y de la vuelta.
Con menos tráfico, con un poco más de vidilla en algunos
tramos, pero que nos supo muy a poco.
Siendo
gallego…. Que os voy a decir… jejeje