Isla:
Una aldea situada en una esquinita de la costa cántabra. En un amanecer
fresco, de esos que siguen a los días de lluvia.
Me levanto
un tanto entumecido por la mojadura del día anterior. Y bajo a desayunar, al
comedor vacío de un hotel en calma pese a estar casi lleno.
Allí, delante de un café, no dejaba de pensar en el día que tenía por
delante:
Una de esas
jornadas de moto memorables, por carreteras para mí desconocidas, en las que
sabía que iba a disfrutar tanto, que me daba hasta pena hacerlo en solitario.
Desde el primer momento en que desperté, el día me olía a aventura y diversión.
Sabía que la
ruta que me había preparado Paco sería (como poco) entretenida, aunque confiaba
en que no se hubiese calentado en exceso con los puertos, dado que al día
siguiente me esperaba otro de mis pequeños retos personales; con una ruta igual de exigente… O Más….
Entre unas y otras, salí algo más tarde de lo que pensaba. Casi siempre
me pasa cuando salgo de ruta solo: al no tener a nadie a quien hacer esperar,
me despisto y …
Arranco la moto algo más tarde de las nueve, en medio de la bruma de la
mañana, y por una carretera con más actividad de la que esperaba.
Lo primero
era repostar (que el día anterior casi no llego). Camino de la gasolinera, me
cruzo a unos cuantos paseantes ya de regreso de su caminata matutina; en la
gasolinera, una señora mayor, muy peculiar y agradable. A la que por su aspecto
y su forma de hablar (de gente de mar de toda la vida), le pegaban más un
mandil y un pañuelo en la cabeza; que el uniforme de la gasolinera. Me encantó
aquella señora!!
Lo siguiente sería salir de
aquel lugar bucólico y tranquilo, por un laberinto de carreteras y cruces tan
“bien” señalizado como de costumbre.
Y me costó
un ratillo, hasta el punto de que cuando vi el cartel de la A-8, fue casi como
ver la luz (ya iba a decir una burrada)
Cuanto me arrepentí de no haber pagado 15€ más por dormir….
La primera parada, nada más salir de la A-8 para poner el chubasquero y
ponerme a rezar. La N-629 camino a Los Tornos estaba mojada y concurrida, pero
iba con muchas ganas, e intentando comenzar con ritmo y sin perderme más.
El día
estaba feo como el demonio, la predicción meteorológica era dudosa, aunque
(según decía) mejoraría con el transcurso de la jornada.
En Bercedo abandono la nacional, camino de Espinosa de los Monteros, y de ahí al Puerto de las Estacas de Trueba. Una zona de paisajes pedregosos y agrestes, pero con mucha vida:
La que dan
las gentes que viven del pastoreo, de la
ganadería y del turismo. Aquí hay un Auténtico filón de carreteras gastadas y
puertos de montaña medio olvidados para rodar en moto, y disfrutar muchísimo
del paisaje.
Pese al día que hace, no soy el único que ruedo por aquí:
En las Estacas me cruzo con dos África Twin cuyos motores había
escuchado bramar desde lejos. Y en un mirador, ya en plena bajada, con una
pareja de extranjeros que alucinaban (al igual que yo) con el paisaje, a lomos
de sus motos.
Yo los saludaba y proseguía el descenso
mientras el paisaje frío de la montaña se iba tiñendo muuuy lentamente de un
verde tan intenso, que por momentos crees que lo han pintado; como si de un
cuadro se tratase.
Aquel lugar, desde aquella perspectiva, hacía que el cuadro
pareciese no tener fin.
Aquel contraste de colores.
Aquel día gris y frío.
Todo se
conjugaba para que pueda decir que ha sido la mejor imagen de este viaje,
y uno de los paisajes de montaña más bonitos
que recuerdo.
Tras esto, larga bajada camino de Vega de Pas acompañando al Río Yera.
Ese es el primer punto de la ruta donde meto
la pata, y me salto involuntariamente un puerto de los que tenía marcados (el
de la Matanela) al no hacer caso de un desvío que vi un tanto raro y estrecho.
Escudo.
Camino de un desbordante y luminoso Embalse del Ebro, y de una Reinosa ya
conocida.
Eran las tres y pico, y todavía no había comido.
Pero tampoco
es que tuviese demasiadas ganas de meterme a buscar mesa en uno de los aquel
día atestados restaurantes de Reinosa.
….Joer! Y ahora que lo pienso…. Aquel día era viernes….
Pues yo os
juro que en aquel momento, pensaba que era domingo, viendo la imagen de los
restaurantes llenos y la falta de actividad de gente trabajando.
Sería festivo???
No sé. El caso es que tuve bastante suerte, y de camino me
encontré con el clásico bar
de pueblo,
con la frase “Se hacen bocadillos de embutido” pintada en una pizarra.
Ya está!
Caña, un bocata contundente, y café al canto.
Pero todo el rato estaba pendiente del
reloj:
Aquel día tenía que llegar Sí o Sí a Cangas
del Narcea, donde al día siguiente asistiría a la Moto Ruta Puertos del
Occidente de Asturias. (Ole con el nombre)
Había salido
con el tiempo bastante justo para hacer aquella ruta, y con el transcurso del
día la cosa se iba apretando por momentos.
Cuarenta minutos de parada, y arranqué “como las balas” por la CA-280
camino del Puerto de Palombera.
Bastante
dominguero… digo… turista por aquellos lares, más centrado en el paisaje que en
conducir (la ley del P… Murphy)
Aunque no me
quería obcecar más de la cuenta….Que me conozco cuando llevo prisa.
Mi intención
era ir bien, con ritmo, ver cosas y no llevarme sustos en carreteras que no
conocía.
La cima del Puerto de Palombera me la encontré bastante concurrida.
Había gente disfrutando del sol y del calor del mediodía, y un rebaño de vacas
curiosas se acercaba a saludarnos y a beber de los charcos. De hecho el rebaño
era bastante grande y venía desparramado en grupos. Con lo que me obligó a
parar poco y evitar un posible atasco.
¡¡¡¡¡Que viene el toro!!!!... Ay madre!!!!
…o era una vaca…
La bajada bien,
Gracias:
Larga. Imponente y espectacular en el paisaje.
Pero complicada por una carretera algo irregular, y sobre todo húmeda y llena
de boñigas que me hacían estar muy alerta. Pero me encantó hasta el punto, que
me encontraba muy bien en un medio (las alturas y las carreteras con cortados) que
no es el mío, pero en el que comienzo a disfrutar por momentos.
Vale la pena insistir en trabajar esos miedos tontos que nos limitan la vida.
Parada
ineludible en el Monumento al Corzo, y voy tomando ritmo y confianza para lo
que me queda de tarde. Disfruto como un
enano por una carretera que zigzaguea entre parajes Verdes, Húmedos…Vivos.
Pequeñas
rectas y curvas picudas que se atenúan cuando la carretera se encuentra con el
río Saja y se acerca al valle.
Llegada a Valle, y hago una breve parada para descansar y meditar la
jugada:
Son las
cinco y pico, y tengo que llegar a las 22:00 en Cangas para cenar…
¡¡¡Si Señor!!!
Hay que tomar una decisión:
Abortar
ruta, buscar el amparo de la A-8 y
llegar sobrado para cenar…. o …
Seguir y
recortar más adelante. Dado que me faltaba un tramo que no conocía, y que me
apetecía muchísimo hacer.
Jose, un
amiguete que me esperaba en Cangas, me
dice que no llego. Lo ve chungo… Negro.
A él no le
dan las cuentas, y a mi Muy justas. De hecho, por un momento le miento un
poquillo sobre dónde estoy, para que esté más tranquilo.
He venido a jugar, y tengo más Fe que Jose…. Jijiji
Sé que es una inmensa tontería hacer estas cosas, pero de vez en cuando
meterte en un pequeño lío que podías haber evitado fácilmente, también te da
vidilla. Y en este caso, hizo que me riese y me acelerase a partes iguales…
Pero me ponía tanto hacerla…
Mientras
veía como el sol comenzaba a caer, allí (en Valle) giro a la izquierda para
tomar la CA-182/282 por Puentenansa- Colláu
Jozalva – Colláu Joz.
Un puntiiiito más al ritmo… en este tramo es tan bonito como cansado. Un sube y baja por una carretera buena pero estrecha entre montañas.
Y qué me decís de la bajada desde el Collau Joz a La Hermida????Tremendas rampas!!!
Eso a, estas alturas del día, es para agarrarse a la moto….
Y más vas con prisa. Intentando
remontar entre coches en las pocas zonas de adelantamiento que había.
Hasta el
punto que, cada vez que veía una, me pegaba como una lapa al coche de
turno, metiendo un poquiiiito de presión
para que me dejase pasar. Porque me cansaba más ir despacio cargado y frenando,
que soltar la moto y dejarme ir. Y salvo el último (un Ford Focus blanco),
todos tuvieron piedad de mí, y me fueron dejando pasar.
Intenté
pasar con la mayor de las celeridades una Hermida llena de coches, y en Panes tomo dirección a Las Arenas por Esa carretera
que …. Pfffffffffffff!… ( me entendéis,
no?)
Y desechar la opción que me quedaba de
recortar por Autovía desde Unquera.
Llegué a Las Arenas regulando y por los pelos. Porque llevaba en
reserva desde el del Colláu de Jozalba. Tras sesenta kilómetros durillos y con
la moto cargada, entraba a tirones en la gasolinera. Oooole……
Las siete de
la tarde. Jose negro perdido, y yo comenzando a notar el cansancio del día.…
“Donde andas?? Que no llegas….!”
Tras
repostar la moto y yo, faltaban Aún ciento noventa kilómetros que no fueron del
tirón… pero casi. Los hice volando bajo, mirando para la carretera….intentando
no perderme… y no ganarme una multa más grande de la cuenta.
Y lo hice de coña para no llevar GPS. Lástima de los 20 minutos que perdí por no tener clara la salida de la Autovía, y casi otros diez por ir de noche y no conocer la carretera de Grado a Cangas.
Al final llegué a las 22:15 a Cangas del Narcea ante la atónita mirada de Jose y Ezna que ya no contaban conmigo. Y me fui directito, derrotado y to guarro a la cena (que por suerte que iba con retraso) después de una Gran docena de horas en moto y muchíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimas curvas.
Y aún así me
lo pasé Genial con un motón de gente desconocida… Y alguna que no lo era tanto.
Pero eso es otra
historia….
Lo Imposible
tarda Sólo un Poco Más… jejeje
Aquí os dejo el enlace de la ruta:
https://goo.gl/maps/nf7Wt2x6tRx
Aquí os dejo el enlace de la ruta:
https://goo.gl/maps/nf7Wt2x6tRx
¡¡¡¡¡Lo Imposible Tarda Sólo un Poco Más!!!!
Espero que os haya gustado
Seguidme en...
Facebook:
Instagram: